Descubre los beneficios del alcanfor y cómo puede ayudarte en tu vida diaria
El alcanfor es de esas sustancias que huelen fuerte, inconfundibles, y que de inmediato nos recuerdan a las abuelas y sus remedios caseros. Muchos lo asocian con pomadas que aliviaban dolores, con ese aroma intenso que parecía limpiar las vías respiratorias, o con pequeños bloques blancos que se guardaban en los armarios para ahuyentar insectos. Sin embargo, más allá de esas memorias, el alcanfor tiene una lista de beneficios muy interesantes que lo convierten en un aliado tanto para la salud como para el hogar.
Aunque hoy en día solemos recurrir más a medicamentos de farmacia o productos comerciales, el alcanfor sigue manteniendo su lugar como un recurso natural con múltiples usos. Lo mejor es que se puede encontrar en diferentes presentaciones: aceites, ungüentos, alcohol alcanforado o incluso en tabletas sólidas.
Un aliado para las molestias musculares y articulares
Uno de los usos más populares del alcanfor es como calmante en dolores musculares o articulares. Aplicado en forma de pomada o aceite sobre la zona afectada, genera una sensación de frescor seguida de calor, que ayuda a relajar el músculo y aliviar molestias. Por eso, después de un día pesado, un masaje con un producto a base de alcanfor puede ser muy reconfortante.
Respiración más libre
¿Quién no ha usado un ungüento con olor a alcanfor cuando estaba resfriado? Ese aroma penetrante abre las vías respiratorias y facilita la respiración. No cura el resfriado, pero sí puede dar un alivio momentáneo a la congestión nasal y la tos, sobre todo al aplicarlo en el pecho o al inhalar vapores.
Calma para la piel irritada
El alcanfor también se usa para aliviar la picazón causada por insectos o erupciones leves en la piel. Gracias a sus propiedades refrescantes, ayuda a reducir la sensación de ardor y calma la molestia. En cremas o lociones, se convierte en un recurso rápido para esas molestias pequeñas del día a día.
Aliado contra el acné
Aunque no todas las pieles lo toleran, hay quienes han encontrado en el aceite de alcanfor un buen remedio para tratar granitos o brotes de acné. Sus propiedades antibacterianas ayudan a limpiar la zona y a reducir la inflamación. Eso sí, siempre con precaución y en pequeñas cantidades, ya que puede ser un poco agresivo en pieles sensibles.


